Quizás uno de los estilos de decoración de cocinas más conocidos es aquel denominado como “campiña francesa”. Se trata de cocinas cálidas y acogedoras, que privilegian fuertemente a la madera entre los materiales y a los colores suaves en la propuesta cromática. Vamos a ver en este artículo sus principales características decorativas.
Todos los materiales naturales se destacan en gran medida, como así también lo hacen los muebles de grandes dimensiones, caracterizado por la presencia de un buen número de ornamentos tallados. En la foto, de la web visitacasas.com, podemos apreciar la disposición típica de una cocina estilo “campiña francesa”.
Para aplicar este estilo en nuestra cocina debemos tener especial atención por los materiales naturales, que aparecerán en las paredes, gabinetes y muebles. Específicamente, algunas alternativas incluyen la colocación de pisos de madera natural, mesas de granito y salpicados de mármol, entre otras opciones. Como decíamos anteriormente, los tonos dominantes son los claros y suaves.
Los materiales naturales también se emplean en las paredes y en los techos, y para acrecentar el aspecto rústico pueden ser manchados intencionalmente o pintados en madera. En muchas ocasiones, los pisos se realizan directamente en piedra o ladrillo y se cubren con alfombras de lana o algodón.
Es habitualmente infaltable una chimenea realizada en piedra, además de persianas de madera para resguardar las ventanas. En el caso de los muebles y gabinetes, se eligen habitualmente aquellos de aspecto rústico y relajado, mientras que las mesas pueden estar confeccionadas en cerámica o con adoquines.
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jueves, 29 de octubre de 2009
jueves, 22 de octubre de 2009
Cocinas verdes
Las cocinas también pueden hacer un importante aporte al cuidado del medio ambiente. Es el caso de la nueva cocina Duemilaotto de la empresa Boffi, que podemos advertir en la imagen. Se trata de una cocina ecológica que destaca principalmente por su diseño simple, minimalista y fuertemente contemporáneo.
Bajo un diseño de Piero Lissoni, estas cocinas se han fabricado empleando materiales naturales, como por ejemplo baldosas de piedra y maderas recicladas, que a su vez están armoniosamente combinados con materiales de factura humana e industrial, como pueden ser el acero inoxidable y el Corian.
La cocina se ha diseñado en base a un concepto absolutamente lineal, colocando en el eje visual a los materiales naturales y destacando su importancia en la totalidad de la presentación de la cocina. En el caso de la madera sólida, se ha aplicado sobre ella un tratamiento para optimizar su resistencia y durabilidad, pero no ha sido pintada.
Se ha elegido una fantástica madera sólida de acacia, que gracias a sus propias condiciones y al tratamiento empleado garantiza la permanencia de las características naturales de la madera, como por ejemplo sus vetas e irregularidades. En este caso, al utilizarse otros materiales industrializados, ese contraste con lo natural resulta particularmente seductor.
En la campana y otras superficies de esta cocina se han utilizado azulejos, desarrollados en base a piezas elaboradas artesanalmente. Por supuesto, y pensando en la funcionalidad de la cocina, no faltan las unidades de almacenamiento. Incluyen estantes, cajones, iluminación interior y compartimientos para aparatos eléctricos, en todos los casos colocados a una altura que brinda una importante comodidad.
Bajo un diseño de Piero Lissoni, estas cocinas se han fabricado empleando materiales naturales, como por ejemplo baldosas de piedra y maderas recicladas, que a su vez están armoniosamente combinados con materiales de factura humana e industrial, como pueden ser el acero inoxidable y el Corian.
La cocina se ha diseñado en base a un concepto absolutamente lineal, colocando en el eje visual a los materiales naturales y destacando su importancia en la totalidad de la presentación de la cocina. En el caso de la madera sólida, se ha aplicado sobre ella un tratamiento para optimizar su resistencia y durabilidad, pero no ha sido pintada.
Se ha elegido una fantástica madera sólida de acacia, que gracias a sus propias condiciones y al tratamiento empleado garantiza la permanencia de las características naturales de la madera, como por ejemplo sus vetas e irregularidades. En este caso, al utilizarse otros materiales industrializados, ese contraste con lo natural resulta particularmente seductor.
En la campana y otras superficies de esta cocina se han utilizado azulejos, desarrollados en base a piezas elaboradas artesanalmente. Por supuesto, y pensando en la funcionalidad de la cocina, no faltan las unidades de almacenamiento. Incluyen estantes, cajones, iluminación interior y compartimientos para aparatos eléctricos, en todos los casos colocados a una altura que brinda una importante comodidad.
jueves, 15 de octubre de 2009
Cocinas campestres
Una cocina de campo no es sinónimo de improvisación. También incluye ideas estéticas concretas, capaces de crear un espacio con sus propias características, siempre buscando una mayor armonía con el entorno natural. Tendrá que estar presente la simplicidad de la naturaleza, en el marco de un contexto confortable y amigable.
Algunas ideas para decorar una cocina campestre, como por ejemplo la que vemos en la imagen y que pertenece a la empresa Merillat, son:
Algunas ideas para decorar una cocina campestre, como por ejemplo la que vemos en la imagen y que pertenece a la empresa Merillat, son:
- Colores: la idea básica es privilegiar los tonos frescos y cálidos, sin demasiadas combinaciones. Las tonalidades medias de colores como el marrón, el amarillo, el rosa, el verde o el blanco pueden ser ideales. Los accesorios también pueden ser importantes para enfatizar el efecto natural, por ejemplo incorporando frutas, verduras o plantas.
- Muebles: aquí son especialmente bienvenidos los muebles de madera. Sobretodo en el caso de las maderas claras, a través de un mobiliario que haga un especial uso de los tapizados con diseños florales y naturales.
- Suelos: los pavimentos habituales en las cocinas campestres son los de madera al natural, baldosas de diferentes materiales o adoquín. Para bolsillos más recatados puede optarse por alfombras envejecidas o láminas, necesitando en este caso de una óptima iluminación en el espacio.
- Accesorios varios: quedan perfectos los complementos familiares, del tipo portarretratos con marcos de madera, pinturas con escenas campestres, velas o cortinas, por ejemplo. Por supuesto, este listado no es excluyente, ya que también es posible incorporar otros accesorios que también brindarán un interesante toque natural (piedras, jarrones), o realizar contrastes con decoraciones más urbanas en ciertos espacios.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Lavavajillas integrados, ideales para cocinas estrechas
En las familias numerosas, sobretodo cuando la mayoría de los integrantes trabaja o estudia y no existe nadie demasiado propenso a realizar las tareas de la casa, los lavavajillas se han transformado en un electrodoméstico prácticamente imprescindible en la cocina, casi al mismo nivel que los hornos microondas o las neveras.
Sin embargo, muchas veces hay un inconveniente que impide o dificulta el uso de un lavavajillas en algunos hogares: la excesiva estrechez de las cocinas. Para contrarrestar este mal de muchos pisos de hoy, la empresa Siemens ha desarrollado una gama de lavavajillas integrados (ver foto) que permiten aprovechar el espacio de forma más óptima.
Más allá de la comodidad, los lavavajillas también insumen una faceta ecológica, ya que estos electrodomésticos permiten ahorrar importantes dosis de agua durante el lavado, contribuyendo así al cuidado de un recurso tan importante para la vida humana y la armonía del planeta. Al mismo tiempo, ganamos un tiempo muy valioso que puede invertirse en nuestra recreación o para cumplir determinadas obligaciones.
Muchos de los lavavajillas convencionales exigen un importante espacio para ubicarse, algo que resulta muy complejo en los hogares de dimensiones reducidas en los que habitualmente residimos en la actualidad. La nueva gama de Siemens deja de lado ese inconveniente, ya que se trata de un versátil lavavajillas integrable que puede ser colocado en cualquier lugar de la cocina.
Solamente requiere una toma de agua y un desagüe en las cercanías, pudiendo ubicarse en altura. Existen dos tamaños a elección: 60 y 45 centímetros. Una excelente opción para las cocinas modernas.
Sin embargo, muchas veces hay un inconveniente que impide o dificulta el uso de un lavavajillas en algunos hogares: la excesiva estrechez de las cocinas. Para contrarrestar este mal de muchos pisos de hoy, la empresa Siemens ha desarrollado una gama de lavavajillas integrados (ver foto) que permiten aprovechar el espacio de forma más óptima.
Más allá de la comodidad, los lavavajillas también insumen una faceta ecológica, ya que estos electrodomésticos permiten ahorrar importantes dosis de agua durante el lavado, contribuyendo así al cuidado de un recurso tan importante para la vida humana y la armonía del planeta. Al mismo tiempo, ganamos un tiempo muy valioso que puede invertirse en nuestra recreación o para cumplir determinadas obligaciones.
Muchos de los lavavajillas convencionales exigen un importante espacio para ubicarse, algo que resulta muy complejo en los hogares de dimensiones reducidas en los que habitualmente residimos en la actualidad. La nueva gama de Siemens deja de lado ese inconveniente, ya que se trata de un versátil lavavajillas integrable que puede ser colocado en cualquier lugar de la cocina.
Solamente requiere una toma de agua y un desagüe en las cercanías, pudiendo ubicarse en altura. Existen dos tamaños a elección: 60 y 45 centímetros. Una excelente opción para las cocinas modernas.
jueves, 1 de octubre de 2009
La cocina en el siglo XVIII y XIX
Hoy vamos a hacer un poco de historia en estos artículos dedicados a las cocinas como espacios importantes del hogar. ¿Nunca se preguntó cómo serían las cocinas en tiempos pasados, por ejemplo concretamente en los siglos XVIII y XIX?. Pues vamos a desarrollar un breve e imaginario viaje en el tiempo…
Sobre fines del siglo XVIII y durante el siglo XIX, los diferentes progresos técnicos y científicos provocaron que la batería de cocina y el horno transformaran por completo a las cocinas. Comenzaron a ser espacios completamente separados del resto de la casa, ubicados en el sótano o al terminar extensos pasillos.
También se incrementó la cantidad de utensilios empleados, con relación a las cocinas más elementales y rústicas típicas de la Edad Media o del Renacimiento. Hicieron su irrupción las balanzas, los escurridores, los servicios de cubiertos, las baterías, las sartenes y los tarros de especias, entre otros.
La cocina se ubicaba lejos de los ambientes principales de la casa por el humo y el hollín que producía la leña y toda la operatoria de la cocina. Esto, lógicamente, requería largos trayectos y viajes para llevar los platos al salón. El cobre y el barro cocido o vidriado dominaban los distintos elementos.
Vale destacar que el mueble más importante de las cocinas de esa época era el tinajero o aguador, que estaba dotado de una piedra porosa de origen volcánico empleada para filtrar el agua. Posteriormente, la misma caía en el interior de una tinaja de barro cocido. Todo un universo diferente al de las cocinas contemporáneas…
Sobre fines del siglo XVIII y durante el siglo XIX, los diferentes progresos técnicos y científicos provocaron que la batería de cocina y el horno transformaran por completo a las cocinas. Comenzaron a ser espacios completamente separados del resto de la casa, ubicados en el sótano o al terminar extensos pasillos.
También se incrementó la cantidad de utensilios empleados, con relación a las cocinas más elementales y rústicas típicas de la Edad Media o del Renacimiento. Hicieron su irrupción las balanzas, los escurridores, los servicios de cubiertos, las baterías, las sartenes y los tarros de especias, entre otros.
La cocina se ubicaba lejos de los ambientes principales de la casa por el humo y el hollín que producía la leña y toda la operatoria de la cocina. Esto, lógicamente, requería largos trayectos y viajes para llevar los platos al salón. El cobre y el barro cocido o vidriado dominaban los distintos elementos.
Vale destacar que el mueble más importante de las cocinas de esa época era el tinajero o aguador, que estaba dotado de una piedra porosa de origen volcánico empleada para filtrar el agua. Posteriormente, la misma caía en el interior de una tinaja de barro cocido. Todo un universo diferente al de las cocinas contemporáneas…
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