viernes, 1 de junio de 2012

Estufas a gas o eléctricas

Son las dos opciones habituales en la mayoría de las cocinas. Y aunque precisamente la cocción de los alimentos es una cuestión básica en este ambiente, muchas veces nos ponemos a pensar en los cajones, los estantes y otros detalles y no decidimos nada sobre el tipo de estufa que utilizaremos para preparar los alimentos…

El primer paso es decidir si se utilizará una estufa a gas o una eléctrica. En el caso de las estufas a gas, sus ventajas incluyen que se calientan con mayor rapidez y permiten comenzar a cocinar prácticamente en el mismo momento en el que se encienden, como así también su rápido enfriamiento al concluir la tarea, algo que no sucede en las opciones eléctricas.

Las estufas o cocinas a gas también incluyen la ventaja de poder apreciar directamente la llama y lograr calibrarla fácilmente, graduando de esta forma de una manera más efectiva el calor utilizado. En cambio, las estufas eléctricas habitualmente presentan tres temperaturas: alta, mediana y baja. Eso disminuye las posibilidades para usar el calor como una herramienta creativa en el proceso de cocción.

Por otra parte, las cocinas o estufas eléctricas también acumulan varias ventajas, como evitar las llamas abiertas en espacios cerrados o los humos y gases que caracterizan a las estufas a gas. Esto evita gastos de mantenimiento, porque las cocinas a gas requieren de constantes revisiones para evitar un mal funcionamiento, que podría derivar en graves accidentes y problemas de salud debido al impacto del monóxido de carbono.

En consecuencia, deberás evaluar los distintos aspectos de cada una de las opciones y seleccionar la alternativa que mejor se adapte a tu hogar, también teniendo en cuenta la faceta económica y el diseño elegido en el ambiente.

 Imagen: okdecoracion.com