Cuando nos enfrentamos a la tarea de diseñar nuestra casa, sobretodo en una construcción nueva más que al adquirir una propiedad usada, tenemos una gran ventaja: la libertad de crear la cocina a nuestro propio gusto, adaptándola a nuestro estilo particular de vida y logrando que satisfaga todos los deseos de la familia. Pero por otro lado, esta tarea significará un tiempo importante que deberemos tener en cuenta.
Una primera recomendación que puede hacerse al respecto es ubicar la cocina en una zona relativamente libre o despejada del hogar. La iluminación y la ventilación son dos aspectos centrales, por lo tanto será ideal disponer de una ventana, puerta o balcón que comunique a la cocina con el exterior, brindándonos la posibilidad de disfrutar de un ambiente con una importante dosis de iluminación natural.
Este aspecto también propiciará la ventilación, que quizás requiera potenciarse con un sistema extractor o tecnología similar. No hay que olvidarse que en la cocina conviven una gran cantidad de vapores y aromas propios del proceso de cocción, que será vital evacuar para que el ambiente no se torne pesado. Una comunicación con el exterior puede aprovecharse además para disfrutar de una comida al aire libre cuando las condiciones climáticas lo permitan.
Funcionalmente hablando, puede ser muy operativo ubicar la cocina en cercanías de la entrada de auto o garaje, ya que nos facilitará la descarga de elementos al regresar de hacer las compras en el supermercado. La conexión eléctrica es también muy importante en la cocina, porque facilita la disposición de la gran cantidad de electrodomésticos necesarios en este ambiente. Por eso, lo ideal es colocar la mayor cantidad posible de enchufes, en diferentes lugares y a distintas alturas.
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