La madera puede aportar un excelente contraste frente a la frialdad que muchas veces se aprecia en las cocinas dominadas por el blanco y con una propuesta minimalista. Es que la calidez de los detalles en madera, como vemos en la imagen, es capaz de hacer la diferencia en un ambiente en concreto.
Con la inclusión de este noble material lograremos aportar vida al conjunto, evitando el aburrimiento que puede surgir con el paso del tiempo en este tipo de cocinas. En este caso se trata de un modelo del taller austriaco Moser, que incluye acabados en laca blanca y no posee tiradores.
El diseño integral está compuesto por una isla de tres metros de longitud, concentrando en su estructura un fregadero, área de cocción, lavavajillas y una barra que cumple la función de comedor. Por detrás es posible apreciar una zona de columnas compuesta por hornos y neveras.
Precisamente este sector funciona como separación de una segunda área de trabajo, absolutamente independiente y dotada con todo el equipamiento necesario. Se complementa así un concepto de cocina sumamente elegante y de tendencia minimalista, que gracias a la madera también integra un invaluable toque de calidez.
En la isla, por ejemplo, destacan los frentes rústicos en madera de variante sólida, que hacen juego con el suelo del mismo material. Todo esto contrasta a la perfección con el blanco que domina el resto de la cocina. En definitiva, una excelente opción para vestir un ambiente tan importante del hogar, que a su vez pone en perspectiva la trascendencia de la madera en estos espacios.
Imagen: Moser.
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