miércoles, 31 de diciembre de 2008

Utilidades del fregadero


Todos sabemos que el fregadero es imprescindible para las tareas dentro de la cocina. La función de este mobiliario es la de servir para el lavado de nuestros utensilios, que a diario utilizamos. El fregadero incluye piezas específicas de grifería, que tienen como función permitir que corra el agua y cortarla cuando sea necesario. Comúnmente estas piezas son de metal.

Tenemos las opciones de elegir un fregadero dividido en dos áreas, una usada para el lavado y la otra utilizada para el secado. Hoy en día se presenta otra opción en renovadas cocinas, el novedoso fregadero triple, que posee una separación más pequeña para desechar la basura, y las otras dos separaciones que son más grandes, y se utilizan para uso diario. En cuanto al material del fregadero a elegir, podemos optar por metal, porcelana o acero inoxidable.

Aquí veremos algunas ventajas y desventajas del fregadero más elegido, en este caso el de acero inoxidable. Las ventajas que tiene es que se presenta en diversos diseños, es más económico, es de fácil lavado y sencillo de instalar. Sin embargo, también hay que cuidarlo un poco más, para evitar ralladuras o abolladuras. También se suelen escuchar los ruidos del desecho de la basura, y el sonido del agua. Para evitar estos sonidos desagradables, lo recomendable es buscar especialmente un fregadero con un calibre inferior al modelo convencional.

Por otra parte, los fregaderos de porcelana son más caros que los de acero, pero son mucho más elegantes. Por lo general son utilizados en antiguas casas. La desventaja más común que presenta este tipo de material es que se puede resquebrajar en caso de caerse un objeto de mucho peso. Igualmente, la ventaja más importante que presentan estos fregaderos es que permiten, mediante un buen pulido, devolverles el brillo perdido con el paso del tiempo.

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