Muchas veces buscamos algún detalle, elemento o material que pueda otorgarle un cambio estético importante a nuestra cocina. Pero como para conseguir ese objetivo existen tantas opciones y alternativas, es probable que terminemos perdidos o sin tomar una decisión concreta. Pues bien, si lo que buscas es agregarle sofisticación y brillo a tu cocina, aquí tenemos una solución ideal: el bronce.
Dentro de una concepción clásica del interiorismo en la cual la cocina era un ambiente destinado con exclusividad a las tareas gastronómicas, el bronce no tenía lugar en ella y era reservado para otros espacios. Sin embargo, las cosas han cambiado y actualmente las cocinas son sitios de fuerte impronta social, concretándose reuniones y encuentros que antiguamente se llevaban a cabo en salones o recibidores.
Esto ha permitido la inclusión de nuevos materiales, siendo el bronce uno de ellos. Es posible descubrir en el mercado propuestas en bronce para islas (como vemos en la imagen), armarios y puertas de mobiliario, entre otras posibilidades. Queda claro que no se trata de una opción para todo tipo de ambientes, porque sus efectos visuales son de fuerte impacto y ganan un gran protagonismo. Si amas la sobriedad, es muy probable que el bronce no sea la mejor alternativa en tu caso.
Si en cambio te animas a algo diferente es factible que incorporando solamente algunos detalles puntuales o elementos en bronce logres excelentes resultados, con el plus que significa la luminosidad que aporta este material. Teniendo en cuenta que se trata de una opción onerosa y que como decíamos previamente es muy potente desde el aspecto visual, los especialistas aconsejan combinar el bronce con otros materiales y acabados, como pueden ser por ejemplo la madera rústica o el hierro.
Imagen: Pia Ulin / piaulin.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario