Es sabido que toda la gama de tonalidades ocres o amarillas se enmarcan en las últimas tendencias en interiorismo, debido al aspecto rústico y natural que aportan en los distintos ambientes, dentro de los cuales por supuesto la cocina es uno de ellos. Al mismo tiempo, se transforman en una interesante alternativa al tradicional blanco, ya que logran aportar también una importante dosis de luminosidad.
¿Cómo es posible decorar una cocina con colores ocres?. ¿Se pueden seguir algunas ideas básicas?. En muchas cocinas, por ejemplo, se opta por pintar las paredes en una tonalidad amarilla y combinar este detalle con muebles de colores que tiendan también hacia lo rústico, como puede ser por ejemplo el mobiliario en azul.
Siempre resulta muy efectivo utilizar complementos de cristal en los muebles o accesorios decorativos en este material que puedan ubicarse sobre el mobiliario, debido a que el cristal aligera la imagen de los muebles, multiplica la luz en el ambiente y es translúcido, otra condición de positivo efecto decorativo. También es importante buscar cierta uniformidad cromática, para no abusar de los contrastes.
Algunos detalles muy concretos, como por ejemplo los bordes de un espejo o las terminaciones de los amoblamientos de cocina, pueden servir para marcar esta conceptualización cromática en torno a un par de tonos relacionados. Hay que tener en cuenta que las tonalidades ocres no combinan con cualquier otra gama de colores. Además, hay que prestar mucha atención al tema de la iluminación para optimizar la entrada de luz natural y el empleo de luz artificial en las cocinas decoradas de esta manera. La imagen que observamos pertenece al blog Decoración de la casa.
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