Existen barrios o emplazamientos que aún no disponen de redes de gas natural en muchas partes del mundo, como así también sucede en la mayoría de las áreas rurales. Ante esto, una de las opciones a tener en cuenta para solucionar la problemática de la cocción de alimentos suele ser la colocación de un horno eléctrico.
Estos artefactos han evolucionado en gran medida en los últimos tiempos, tanto en relación a las tecnologías empleadas como a la cuestión de la seguridad, al diseño y a la ergonomía que presentan. Existen múltiples opciones en el mercado capaces de garantizarnos excelentes prestaciones y, al mismo tiempo, bajo consumo.
En la actualidad, la mayor parte de los hornos eléctricos presentan medidas de 60 × 60 centímetros, 60 × 40 centímetros, 90 × 60 centímetros, 90 × 48 centímetros o 60 × 48 centímetros. Las estructuras de los hornos eléctricos se mueven en ese rango de medidas estándar teniendo en cuenta que son diseños modulares y esquematizados.
Las alternativas técnicas incluyen hornos independientes y combinables, con apertura abatible o dotados de guía telescópica ocultable, entre muchas otras variantes. Algunos hornos eléctricos poseen un carril horizontal con guía corredera, además de puertas de cristal de gran resistencia al calor, que permiten observar el estado de la cocción de los alimentos mientras la misma se realiza.
Por otro lado, muchos hornos eléctricos cuentan hoy con mandos ocultables, que tienen como principal objetivo el mejoramiento de la limpieza y, al mismo tiempo, el logro de una interesante estética minimalista. La imagen que observamos pertenece a una propuesta en hornos eléctricos de la empresa Vitrokitchen.
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