El blanco y las curvas definen estas cocinas de Antonio Miró, desarrolladas para la empresa Auro. Según el propio Miró, la inspiración para esta gama ha sido el ajo, por eso podemos ver en la imagen algunos detalles alusivos. El ajo es clave en la cocina española, por lo tanto se trata de un excelente concepto para este ambiente.
La intención de este diseño es contar con un espacio de trabajo único, en el cual el orden es el eje sobre el que gira la propuesta, pero provocando a la vez una gran diversidad de efectos y contrastes. La nueva cocina se sustenta en una estructura desarrollada en madera y Silestone.
En la misma, la curva se convierte en un elemento central al perseguir la creación de distintos espacios de comodidad, practicidad y almacenamiento, pensando en la enorme cantidad de utensilios que se emplean en la cocina. Con una construcción poco tradicional y aspecto interesante, el fantástico juego de curvas domina la escena.
Combinando una geometría fuerte con materiales y espacios austeros de importante vuelo estético, esta cocina conforma una alternativa realmente muy seductora y elegante, tanto por dentro como por fuera. Es que su equipamiento interior es realmente tan atractivo como su imagen externa.
Cajones grandes y de gran resistencia, que permiten guardar todo tipo de elementos sin perder el orden, junto a cajones pequeños pensados para los utensilios más diminutos terminan por crear una opción más que interesante. Cada cocina se fabrica en forma independiente, con el trabajo de carpinteros y maestros ebanistas que le brindan un toque único a cada propuesta.
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