Existen determinadas distribuciones en las cocinas que pueden llevarnos a requerir la incorporación de puertas correderas, ya sea por ejemplo para dividir la cocina del salón o para sectorizar dentro de la misma un área de lavadero. El resultado puede llegar a ser muy interesante, no sólo en términos funcionales sino también desde un punto de vista decorativo.
Es que por ejemplo se puede necesitar ocultar durante una buena parte del día el sector de lavado con relación a la cocina, para evitar que se mezclen los elementos que se utilizan en ambos espacios o que los olores y aromas invadan el resto del ambiente. En el caso del salón, las puertas correderas pueden ser una excelente alternativa cuando se busca separar este espacio de la cocina.
La cuestión decorativa es un aspecto clave, por eso si consideramos el tema del diseño podemos sacarle mucho mayor provecho a las puertas correderas. Motivos tradicionales o rústicos como el de la imagen, que recuerdan a puertas de graneros, pueden evidentemente aportar un toque único a nuestro hogar. Es una solución ideal para casas de campo o si buscamos precisamente darle un toque campestre a nuestra propiedad urbana.
Los especialistas indican que este tipo de puertas más rústicas pueden aportar un detalle estético positivo en cocinas con múltiples estilos, incluso aquellas de tendencia más contemporánea, porque podrían brindarle un contraste digno de destacar. La tonalidad es otro punto crucial, ya que por ejemplo las puertas con colores fuertes o definidos pueden romper la monotonía en esas cocinas dominadas por el blanco de los electrodomésticos.
Imagen: decoesfera.com
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