Cuando nos proponemos decorar una vivienda o un ambiente en particular un dato básico es contar con las medidas exactas del espacio, ya que eso nos permitirá confirmar específicamente todos los elementos, mobiliarios y complementos que podrán incorporarse a la estancia, en este caso a la cocina.
Lógicamente, lo mínimo que deberemos tener en la cocina es una nevera, fogones (los típicos a gas, anafes eléctricos o vitrocerámicas) y un fregadero. A partir de allí, habrá que calcular las medidas de estos artefactos para incluirlos adecuadamente en la cocina. Habitualmente, estos ambientes tienen una altura promedio de 2 metros.
En el caso de los muebles y los electrodomésticos, la profundidad de los mismos suele oscilar entre los 60 ó 70 centímetros. En el caso de los cajones y armarios, tendrán una altura de entre 60 y 90 centímetros, y un ancho que variará desde los 20 a los 120 centímetros en la mayoría de los casos.
Yendo concretamente a los electrodomésticos, para el espacio destinado a las neveras hay que pensar en una altura de hasta 190 centímetros, una profundidad de 70 centímetros y un ancho de 60 centímetros. También hay otras opciones que permiten aprovechar más el espacio, como las mini-neveras que pueden utilizarse por debajo de la encimera.
Los hornos, por otro lado, suelen tener una altura de alrededor de 60 centímetros, mientras que para los fregaderos hay múltiples opciones, con una profundidad habitual de alrededor de 50 centímetros, integrándose en muebles previamente diseñados. Para ampliar las funcionalidades de la cocina también podrás contar con otros elementos complementarios, como lavavajillas, microondas, tostadora, batidora, cafetera, plancha eléctrica y muchas otras opciones.
Imagen: decoracion.facilisimo.com
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