martes, 29 de junio de 2010

Limpieza de nuestra cocina, para mantenerla aseada y reluciente

Si deseamos tener la cocina limpia y ordenada, existe un único modo de hacerlo: ocupándonos. Pues ya sabemos que tener una cocina sucia es el principal foco infeccioso y de proliferación de bacterias que podemos tener en el hogar. Cuando hablamos de ocuparnos, nos estamos refiriendo a que cada rincón debe estar perfectamente limpio. También tenemos que considerar que es necesario por una cuestión no solamente de estética sino también de salud, aunque se trate de una de las tareas más pesadas.

Un consejo para tener en cuenta antes de empezar con la limpieza es comenzar por el orden. Primero ordenaremos todo, que cada objeto esté en su sitio. Pero en esta tarea veremos que hay objetos que se pueden tirar, por estar ocupando un espacio valioso y ser innecesarios. Y muchas veces ese espacio es clave para darle un poco más de aire y también para que fluya mejor la energía.

Una vez tirado todo aquello que no nos sirva, nos dispondremos a ordenar y acomodar los utensilios de cocina, electrodomésticos y todos aquellos elementos que tengamos frente al paso. Finalmente comenzaremos con la limpieza total de la cocina, o sea de los pisos, paredes, ventanas, mesadas, armarios, estanterías, dicroicas, cocina y anafes, electrodomésticos como heladera o microondas, etc. Y si existiese lavadero dentro de la cocina también el lavarropas, por supuesto.

Algunos consejos a tener en cuenta para la limpieza de la cocina:
  • Los productos que se necesitan para iniciar con la limpieza son: limpiacristales, desengrasante, limpiador neutro, destapacañerias y amoníaco. Y nunca tiene que faltar la clásica lavandina.
  • Lo recomendable es hacer una limpieza una vez por semana, pero muchas veces la falta de tiempo hace que programemos una limpieza más profunda cada quince días, por ejemplo.
  • Lo ideal es tener las ventanas bien abiertas, de par en par y hacerlo cuando el día sea soleado, para que se seque más rápido.

No hay comentarios: