Domótica en cocinas: toda una revolución

Las cocinas ya se han transformado, gracias a las innovaciones de los últimos años, en verdaderos espacios tecnológicos en el hogar. De esta forma, una nueva generación de dispositivos en las cocinas combinan las funciones típicas de este ambiente con sistemas inteligentes adicionales. De aquí en más, los límites para estos adelantos resultan realmente inimaginables.

En la actualidad, los electrodomésticos son capaces de brindarnos mucho más que años atrás, en cuanto a funciones y versatilidad. Es que la implantación de la tecnología digital en electrodomésticos tan comunes como frigoríficos, lavadoras, hornos o lavavajillas ha potenciado enormemente sus prestaciones, agregando a las funciones típicas de cada artefacto novedosos y útiles sistemas de procesamiento, automatización y control suplementarios.

Las neveras o frigoríficos son un ejemplo claro de ello, incorporando por ejemplo pantallas frontales que permiten la comunicación y la interacción bilateral con el usuario. De esta forma, pueden programarse para seleccionar la temperatura indicada para los alimentos en un momento concreto, o incluso analizar los mismos luego de un tiempo de ausencia para saber cuales se encuentran en mal estado.

También han surgido lavavajillas que son capaces de optimizar en forma automática cada lavado, haciendo más eficiente su tarea de acuerdo a la suciedad o al nivel de carga. Otro tanto sucede con los hornos, adaptados para cocinar con mayor velocidad de la forma convencional y dotados con procesos automáticos de limpieza. Por si esto fuera poco, son capaces de recordar cientos de recetas y aplicar el calor necesario en cada oportunidad.

Materiales y muebles en cocinas

Hay algunas cuestiones que deben tenerse en cuenta a la hora de seleccionar los materiales y los muebles adecuados para nuestra cocina, así como también otros puntos necesarios para su mantenimiento en el tiempo. Por ejemplo, el uso de una grifería monocomando y canillas con control de rociado permitirá disminuir los efectos negativos del agua sobre los diferentes muebles de cocina.

Por otro lado, las canillas altas mejoran el espacio y facilitan el lavado de alimentos y vajilla. En cuanto a los suelos, lo ideal es que sean resistentes a las manchas, la grasa y la humedad. En consiguiente, la madera y los pisos porosos son poco adecuados dentro de la cocina.

Asimismo, en la elección de muebles el material es uno de los temas más importantes. Los muebles de madera natural deben poseer un tratamiento especial de protección, como patinados o laqueados, para facilitar su limpieza y extender su vida útil. También son muy operativos los laminados plásticos o de melamina.

En tanto, las superficies de acero inoxidable o vidrio son fáciles de limpiar, muy resistentes y de gran durabilidad. Pero debe tenerse en cuenta que es necesario usar limpiadores especiales para que estos materiales no sufran alteraciones de ningún tipo en su estética original.

En cuanto a la funcionalidad de los muebles, una buena idea es incorporar muebles sueltos, en vez de utilizar solamente mobiliario empotrado. Por ejemplo, un armario empleado para almacenamiento de alimentos o una mesa de madera utilizada para preparar alimentos, entre otras opciones.

Los cajones con guías extensibles y las superficies de trabajo que pueden retirarse del mueble nos permiten ganar en comodidad y funcionalidad, al igual que los estantes giratorios. El propósito final es lograr un ambiente armónico estéticamente pero, sobretodo, sencillo y práctico para el desarrollo de las tareas cotidianas.

Las últimas tendencias en cocinas

La cocina, su aspecto y su tecnología se van renovando constantemente, al calor de las nuevas creaciones y estilos y a los adelantos técnicos. Por ejemplo, madera, acero y aluminio son algunos de los materiales que se emplean en las cocinas de vanguardia. Vamos a recorrer brevemente estas nuevas tendencias.

Otro de los adelantos casi infaltables en la cocina contemporánea son los sistemas bloques-función, que prácticamente todas las firmas del sector han incorporado a sus colecciones. Permiten separar las distintas funciones y otorgarles una resolución formal propia según cada necesidad, sin seguir el ordenamiento tradicional de los muebles de cocina en línea.

De esta forma, encontramos un espacio para cocción, otro para lavado, secado, guardado o preparación de alimentos, entre otros ejemplos. La separación de áreas se concreta colocando elementos fuertes de diseño, como contenedores en acero, aluminio o madera.

También resulta novedosa la forma de presentación de estos módulos, ya que actualmente pueden encontrarse estructuras de patas en distintas alturas, tanto de acero como de aluminio, y módulos sobre ruedas. Los elementos pueden deslizarse, acoplarse o girarse, lo que evidencia la incorporación del movimiento y de la adaptación a necesidades en el diseño de las cocinas.

La fuerte presencia del acero inoxidable, las puertas lisas y el diseño con líneas simples provocan que en muchas ocasiones la resolución formal de las cocinas contemporáneas se asemeje más a la imagen de la cocina profesional o gastronómica que a la tradicional cocina doméstica u hogareña. Otro detalle importante son los grandes armarios empleados, buscando optimizar el almacenamiento de utensilios.

Decorar la cocina con complementos

Uno de los puntos más importantes a la hora de decorar la cocina es, sin dudas, lograr
un coordinado esquema de diseño. Esto puede lograrse con algunos complementos o adornos particulares, eligiendo los colores, diseños y motivos de los mismos para que alcancen cierta unidad de conjunto.

Para llegar a buen puerto en esta tarea, habrá que seleccionar en principio un tema que aúne la propuesta estética y que coordine con el resto de la casa. Por ejemplo, no sería interesante desarrollar una cocina en estilo country cuando el resto de los ambientes se destaca por un frío y sobrio minimalismo…

Reiterar ciertos patrones o colores puede ser una buena opción para lograr ese carácter armónico que estamos persiguiendo. Además, siempre hay que seleccionar accesorios y complementos que sean funcionales y prácticos, no pensar solamente en la faceta ornamental. ¿Qué sentido tendría, por ejemplo, colocar una enorme lámpara de mesa en una pequeña barra desayunadora?. Sólo lograríamos entorpecer su uso.

Lo importante es trabajar creativamente en el poco espacio que se tenga. Papeles tapizados en techos y paredes o pintura en aerosoles en algunos sectores o en la base de los muebles pueden ser algunas de las opciones a poner en práctica. Por supuesto, todo quedará en manos de su criterio y buen gusto.

Estar atento a los tonos y patrones dominantes en el resto de la vivienda para planificar en base a eso la decoración de la cocina es otra buena opción. Por ejemplo, si el blanco y los tonos pastel son los más usados en el resto de los ambientes, podrán incorporarse a la cocina algunos adornos y complementos en esas tonalidades, logrando en consecuencia un hogar armónico y agradable.