Si estamos pensando en donde guardaremos las patatas, la mejor forma es analizar primero la estética y el espacio que va a suponer su correcta decisión en torno a este procedimiento. También es importante pensar en que las condiciones del sitio sean perfectas, para ello, éste tiene que estar: seco, fresco, ventilado y en penumbra.
Este tema no es solamente una cuestión de salubridad de los alimentos. También tiene que ver con la decoración de la cocina, ya que propicia un almacenamiento óptimo de los elementos y su fácil disponibilidad, contribuyendo en consecuencia al orden y a la armonía en el ambiente.
Es aconsejable según los más experimentados que no se mezclen las patatas en el mismo lugar donde se van a almacenar las cebollas, porque esto provocaría en el peor de los casos que se pudran. Entonces, evitemos las bolsas de papel y desechemos las de plástico, ya que lo conveniente es que no se utilice ningún tipo de envoltorio a la hora de guardarlas.
Una buena opción sería ubicarlas en el fondo de una despensa o en un sótano. Así todo no sería nada mala la idea de guardarlas en una caja de cartón, pero para esto tendremos que conciliar con la decoración de la cocina, sin caer en la desarmonía.
Por último, colocarlas en una cesta de mimbre sería otra alternativa válida. En este caso, sería vital que ésta se encuentre en un lugar fresco, para que la conservación sea la adecuada. Comprobemos que la misma tenga un dispensador, para permitir el acceso al interior, y también una tapa para proteger a las patatas de los rayos del sol. Y, como último detalle, es fundamental que el mimbre esté barnizado.
Es aconsejable según los más experimentados que no se mezclen las patatas en el mismo lugar donde se van a almacenar las cebollas, porque esto provocaría en el peor de los casos que se pudran. Entonces, evitemos las bolsas de papel y desechemos las de plástico, ya que lo conveniente es que no se utilice ningún tipo de envoltorio a la hora de guardarlas.
Una buena opción sería ubicarlas en el fondo de una despensa o en un sótano. Así todo no sería nada mala la idea de guardarlas en una caja de cartón, pero para esto tendremos que conciliar con la decoración de la cocina, sin caer en la desarmonía.
Por último, colocarlas en una cesta de mimbre sería otra alternativa válida. En este caso, sería vital que ésta se encuentre en un lugar fresco, para que la conservación sea la adecuada. Comprobemos que la misma tenga un dispensador, para permitir el acceso al interior, y también una tapa para proteger a las patatas de los rayos del sol. Y, como último detalle, es fundamental que el mimbre esté barnizado.
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